El ajo, caracterizado por su particular sabor y fuerte aroma, es uno de los ingredientes más utilizados en la gastronomía mundial. Además de estar abalado por diferentes estudios científicos que certifican sus excelentes propiedades beneficiosas, es la clave para preparar en casa las mejores recetas.
Es por esta razón, que cultivar ajo en casa es una excelente práctica para disponer de este tan necesario ingrediente. Al no ocupar tanto espacio, es una excelente incorporación al huerto familiar, y si se dispone de más espacio, se pueden producir con pocos recursos una cantidad considerable de el.
Índice
Tipos de ajo
Primero que nada, antes de abordar los pasos que se implementaran para sembrar ajo, debemos escoger la versión de ajo que más nos interesa. Este proceso es fundamental, debido a que cada clase de ajo tiene sus características particulares y puede que, dependiendo de estas, nos sirva o no. Se les suele clasificar por el cuello y el color.
Ajo según su cuello:
El ajo se puede clasificar según el cuello, que es la parte alargada que conecta los dientes al resto de la estructura de la planta. Tenemos a los ajos de cuello duro, que se caracterizan por tener pocos dientes (entre 4 y 12) y con frecuencia se suelen plantar a través de semillas puesto que la planta presenta floración y tienen un tiempo de conservación muy corto.
Por otro lado, los ajos de cuello blando se caracterizan por tener bulbos o “cabezas” con muchos más dientes y son tipos de ajos mucho más frecuentes, puesto que se conservan por mucho más tiempo y debido a su productividad son los favoritos a la hora de cultivar para la venta. Estos ajos se suelen reproducir a través de sus dientes.
Ajo según su color:
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Ajo blanco
Es la variante más común de ajo que existe, es de un sabor y olor por lo general ligero pero gustoso, en comparación a sus familiares, lo que lo hace uno de los favoritos en la cocina. Con cabezas llenas de dientes, es de alta producción y tanto la cascara exterior como la interior (la que recubre el diente) son de un color blanco característico.
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Ajo rosa
También conocido como el ajo de la bruja es uno de los ajos de sabor y olor más fuertes que hay. Su capa interior es de un excéntrico todo rosa muy fuerte, tiende a verse sobre manera en las cosechas de invierno y en algunas gastronomías se utiliza inclusive parte del tallo para la cocina.
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Ajo morado
Famoso al igual que el ajo blanco, el ajo morado tiene una engañosa cubierta blanca, pero los dientes vienen recubiertos por una capa morada clara muy característica. Son bastante comunes y se comercializan con frecuencia, son rápidos de cosechar y de buena producción.
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Ajo violeta
Los ajos violetas tienen una capa exterior colorada muy característica y tardan bastante en su maduración. Son de las pocas variantes de ajo que se suelen cosechar en invierno (sin heladas), con un sabor similar al ajo rosa, bastante fuerte y oloroso.
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Ajo marrón
De cascara exterior blanca e interior de color marrón colorado, este ajo se encuentra entre los ajos de cuello duro más fuertes. De cosechas normalmente de pocos dientes y cabezas promedio.
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Ajo castaño
Entre los ajos de cuello duro es uno de los más suaves, con un sabor bastante equilibrado, pero de aroma acentuado. De cubierta semi morada y cubierta interior castaña son bastante apreciados en la gastronomía.
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Ajo Negro
Es una variante artificial del ajo blanco que solemos ver en nuestras cocinas, el cual es sometido a un proceso de fermentación a altas temperaturas, de esta manera, este ajo no se puede sembrar directamente, sino que es el resultado de un trabajo posterior a la cosecha. Tiene un sabor muy característico.
Como sembrar ajo en casa
Ya que sabemos muy bien cuál es la clase de ajo que queremos sembrar, debemos conseguir una maceta con desagüe (muy importante), que tenga suficiente espacio para que se forme correctamente la planta de ajo (20 cm de profundidad) y trataremos de ubicar un lugar con al menos 8h de sol al día.
Una vez que podemos asegurar estas condiciones mínimas, ya estamos listos para saber cómo sembrar ajo en casa de forma fácil:
- Seleccionamos los dientes de ajo que vamos a sembrar (mientras más grandes mejor), dejando siempre la cascara que recubre el diente intacta.
- Preparamos la maceta con composta o tierra fértil para macetas, sin compactar demasiado.
- Plantamos el diente de ajo con la punta (la parte más delgada o fina del ajo) hacia arriba, a una profundidad de al menos el doble del tamaño del diente. Por lo general entre 5 – 7 cm.
- Cubrimos el orificio evitando siempre compactar la tierra.
- Regamos para mantener la humedad de la tierra, evitando a toda costa encharcar la tierra.
- Tratamos de asegurar las 8h mínimas de sol.
También se puede plantar ajo en terreno más amplio, si se tienen macetas alargadas, dejando una separación de al menos 12cm entre cada planta.
Como sembrar ajo macho
La siembra del ajo macho, que no es más que la variación del Allium sativum que se cultiva alrededor de temperaturas muy altas o durante mucho tiempo a temperaturas menores a 20°, es similar a la siembra de ajo común. El ajo macho es simplemente el ajo que no logró formar “dientes” por los que los bulbos presentan un único ajo.
Si desea saber cómo sembrar ajo macho en casa, lo que debe hacer es seguir las indicaciones del apartado anterior, manteniendo estas condiciones de temperatura. Anexo, se sabe que las semillas producto de la floración de un ajo macho, tienden a formar bulbos de pocos dientes (entre 2 y 4), pero de gran tamaño, que al ser plantados dan por lo general ajos machos.
Recomendaciones para sembrar ajo
Debemos recordar que al ajo le favorecen los climas húmedos y frescos, pero no resiste las heladas y su calidad tiende a desmejorar durante los inviernos prolongados. Por esta razón, los mejores meses para sembrar serán primavera y otoño, para los ajos fuertes y suaves respectivamente.
A la hora de cosechar, en línea general, el indicador tiende a ser el mismo. Las hojas de la planta de ajo se comienzan a secar o a tornar de color amarillo lo que es indicativo de la maduración de los bulbos y, por ende, de la cosecha. Esta varia de 2 a 8 meses, según la clase de ajo que se desea plantar en casa.