El jengibre es una hierba deliciosa que se utiliza en variedades de comida. Es muy común en recetas y también en bebidas como el té. También contiene propiedades y beneficios que ayuda a reducir dolores estomacales y generales. Por si fuera poco, esta hierba sirve como estimulante relajante y aumenta el metabolismo.
La versatilidad del jengibre es excelente, ya que se puede sembrar fácilmente desde la maceta o simplemente en el jardín, así que será una forma atractiva para aquellas personas nuevas que quieran comenzar en el cultivo o siembra.
Sembrar jengibre es fácil, solo tenemos que seguir unos consejos y cuidados para su cultivo que daremos a continuación.
Índice
Cómo sembrar jengibre
Para sembrar jengibre lo primero que debemos hacer, es buscar la raíz para cultivarlo.
Esto es sencillo, solo tenemos que dirigirnos a un supermercado a comprar una raíz para iniciar el proceso de plantación. Mucho cuidado con elegir el jengibre debido a que puede presentar arrugas o moho, lo ideal es que esté firme y tenga un color verde.
Antes plantarlo se recomienda poner el jengibre en agua para quitar los pesticidas e impurezas.
Siembra:
- Una vez que tengamos la raíz de jengibre remójela en agua caliente y déjela toda la noche para proceder con la siembra.
- Preparar la maceta con arena y compost. Ten en cuenta que el jengibre crece horizontalmente, por ende debemos utilizar bastante arena y un buen drenaje (se aconseja abrir pequeños agujeros para drenar mejor).
- Con la ayuda de sus manos coloque los jengibres en la maceta a una distancia de 4 cm entre cada una, cabe acotar que no debemos hundirlos por completo. Por lo general el clima ideal del jengibre oscila entre 20 y 30 grados centígrados. No exceda la temperatura, ya que puede llegar a matar el cultivo.
- El riego es muy importante en la siembra de la raíz de jengibre. Debemos Humedecer la maceta con agua, si excederse, debido a que esto causaría un charco y podría llegar a descomponer la raíz. Riegue ligeramente 2 o 3 veces al día.
Cuidados de la planta de jengibre
- La época de invierno es ideal para sembrar jengibre
- Cuando ya la planta haya crecido considerablemente, agregue más tierra a la maceta, ya que algunos jengibres suelen brotarse un poco y por un lado favorecerá un mejor desarrollo.
- El riego del jengibre debe ser abundante, sin excederse, pero continúo.
- Exceso de agua podría generar hongos y enfermedades en la siembra.
- La sequia es un enemigo del jengibre, siempre estar al tanto de la planta.
- La floración de la planta de jengibre por lo general germina en el segundo año después de la siembra.
Riego y abono
El jengibre necesita mucha agua mientras crece, por lo que el suelo debe estar siempre húmedo y nunca seco. No obstante, no riegue en demasía porque la planta se puede pudrir y descomponer.
Si estamos en época de invierno, y la temperatura comienza a disminuir, el jengibre empezara a secarse, así que debemos reducir el riego e incluso dejar el suelo seco para estimular los rizomas de jengibre a la cosecha.
Generalmente cuando plantamos jengibre en maceta, no necesitaremos fertilizantes químicos, basta con compost o abono fresco cada año. Si no tienes una buena tierra debes alimentarla regularmente.
Cosecha de jengibre
La cosecha del jengibre suele darse a los 10 mese después de su plantación, no obstante se puede dejarse más tiempo para una mejor cosecha. Cuando esté listo, levantar la planta suavemente del suelo. Si quiere seguir plantando más jengibre, solo arranque una parte de la raíz con follaje y vuelva a sembrarla con sumo cuidado.
Para la recolección de jengibre, solo debe desenterrar la planta con las manos, ya que no contiene pullas. Sembrar en maceta es fácil porque no necesitas excavar como en el jardín.
Arranca los rizomas y agarra unos buenos cogollos para replantar jengibre, de manera más rápida y guarda los otros en lugar fresco y ventilado. Otra forma de almacenar el jengibre es cortarlo en varios pedazos y guardarlos en base a brandy, debido a que esta combinación puede mejorar su sabor y aroma.
Cuando replantamos el jengibre, no nos debemos preocupar por el riego hasta que la temperatura vuelva a calentarse. Si el clima aumenta, comience el proceso de riego de 2 a 3 veces por día.